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jueves, 29 de mayo de 2014

La cadena de oro

Antonio Goicochea (Tradición)
Imagen Educarte
En Canchán, donde pacen alegremente ovejas y cabras, cuenta la profesora que un anciano le refirió un suceso de no hace muchos años del que fuera testigo y que ahora lo cuento.
Un hombre había ido con su familia, su esposa y sus cuatro hijos, el  menor de pechos,  a la celebración de un landaruto en Tayapampa, distante unos cuatro kilómetros. De regreso, a media noche, a la luz de una linterna de kerosene, observaron que a la puerta de la casa, cual si fuese una guardiana, estaba enroscada, en el piso, una culebra de s o menos dos metros.

El hombre hizo que todos los de la familia retrocedieran, sin quitar la vista de la culebra; ya lejos prendieron una fogata. La culebra había levantado la cabeza y la hacía girar como un periscopio, mirando a su alrededor. Cuando tenían suficiente candela, cada uno, a excepción del pequeño, tomó un tizón y todos se acercaron a la puerta de la casa. La culebra, sigilosamente, inició la retirada. Sobre el suelo fue dejando un camino zigzagueante hasta llegar a un

martes, 27 de mayo de 2014

Los tres filtros

Un discípulo visita a Sócrates y le dice:- “¡Maestro! Quiero contarte
como un amigo tuyo estuvo hablando de ti con malevolencia...”
Sócrates lo interrumpe diciendo: -“¡Espera! ¿Ya hiciste pasar a trabes
de los Tres Filtros lo que me vas a decir?

-“¿Los Tres Filtros...?”
-“Sí” - replico Sócrates. El primer filtro es la VERDAD.

 –“¿Ya examinaste cuidadosamente si lo que me quieres decir es
verdadero en todos sus puntos?”
-“No... Lo oí decir a unos vecinos...”

-“Pero al menos lo habrás hecho pasar por el segundo Filtro, que es la BONDAD: ¿Lo que me quieres decir es por lo menos bueno?”
-“No, en realidad no... Al contrario...”

-“¡Ah!” - interrumpió Sócrates.- “Entonces vamos a la último Filtro. ¿Es NECESARIO que me cuentes eso?”
- “Para ser sincero, no.... Necesario no es.”
-“Entonces -sonrió el sabio - Si no es verdadero, ni bueno, ni necesario... sepultémoslo en el olvido...”

¿Tiene usted algo que decir a otra persona?

domingo, 25 de mayo de 2014

Las Canillas del muerto

Texto de Antonio Goicochea Cruzado
Imagen: Educarte
Al paso de transeúntes, todas las noches se abría una de las ventanas de una respetada casa de la calle Bolívar, entre las calles Cajamarca y Sucre; y, esta noche otra vez se abrió y quien esperando estaba esto es lo que vio.

De la calle del cementerio, cuesta arriba, caminaban en dos columnas unas mujeres todas vestidas de negro en solemne procesión, rezando acompasadamente fúnebres, en un idioma no entendible.

            Se dirigían a la iglesia y cuando terminaban de pasar por la ventana en referencia, la última de las acompañantes, le dijo a la expectante:

            -Abre tus puertas, queremos dejarte unas velitas para tus oraciones.
            La beatita chismosa se estremeció de pavor. Quedó petrificada; y no pudiendo hablar tampoco contestó a tal solicitud.
            Sin embargo, sin saber cómo, junto a ella apareció una de las procesionantes, la que le entregó dos velitas encendidas pero tan frías como el hielo, con este mensaje:

            -Es para que eleves preces al cielo. Consérvalas que mañana a esta

lunes, 19 de mayo de 2014

La historia secreta de los papeles de Newton

Por Ruth Vásquez
En la historia de la ciencia no hay quien deje de considerar a Newton. Fue un emblema del razonamiento en el periodo de la Ilustración, Si preguntas por el nombre de un científico, te responderán Newton, Einstein o Darwin. Sin embargo hay un misterio que rodea la vida de este hombre cuando se revela que fue un alquimista, que escribió sobre religión, rechazando la Trinidad y aceptando la herejía.[1]
  
Cuando Sir Isaac Newton murió en 1727, dejó tras de sí una enorme pila de papeles sin testamento.  Su correspondencia, notas y manuscritos estaban estimadas en 10 millones de palabras, lo suficiente como para llenar aproximadamente 150 libros de largas novelas. Con páginas y páginas conteniendo brillantez científica y matemática. Y también páginas que revelarían otra faceta de

sábado, 17 de mayo de 2014

La culebra que bajó al arroyo a beber agua

Antonio Goicochea

Tradición

En Yamalán, comunidad del distrito y provincia de San Miguel, se cuenta que un anciano fue testigo de lo que refiero y que él cada vez que tenía la oportunidad lo hacía.

Los rayos del sol atravesaban las aguas cristalinas e iban a iluminar las redondas y coloreadas piedrecitas del arroyo, que parecían moverse al paso de las aguas.

Una culebra que a poca distancia tomaba el sol sobre una roca plana, que parecía un batán, abrió sus mandíbulas y dejó dos pequeñas bolitas negras, como frutos de molle; miró en derredor y luego zigzagueando bajó hasta el arroyo. Tomó agua pausadamente, por el cuello se veía los abultamientos que hacía el agua al pasar a su vientre.

Un gallinazo que por allí pasaba, dio unas vueltas y bajó a tierra,

miércoles, 14 de mayo de 2014

Un león en casa

Cuarenta años después de que dos jóvenes llevaron un cachorro juguetón a su casa, en Londres, su emotiva historia conmueve a una nueva generación.
Por Heidi Krause
Transcrito por Ruth Vásquez

La historia comienza en Londres, en los años sesenta. En la sección de animales exóticos de la famosa tienda Harrods, un cachorro de león dormita en una pequeña jaula. Dos jóvenes australianos que usan pantalones Oxford y el pelo largo a la moda, John Rendall y Anthony Bourke, ven por casualidad al pequeño felino africano y deciden comprarlo.

Le ponen el nombre de Christian y lo crían como mascota en su departamento, en Chelsea. Con el tiempo, su “gato” crece demasiado para seguir habitando en el centro de Londres, así que lo llevan a África.

Es una historia poco habitual hasta aquí, pero lo que ocurrió después convirtió a Christian en

jueves, 8 de mayo de 2014

No dejes para mañana

Texto de Antonio Goicochea Cruzado
Imagen: Educarte

Aquella tarde, todo era aromas en la casa, el olor de andanga quemada, y aquel aroma tan rico, s que el de pan fresco, mamá nos dijo que eran empanadas con relleno de cebollita china y pavo. Nos las hizo probar con un sabroso y negro café matizado con cebada y habas.

En la sobremesa nos dijo que había invitado a desayunar a una amiga de infancia a la que no veía desde la primaria, a la que deseaba agradarla de lo mejor.

Guardó el resto de las empanadas en una canasta en la alacena. Antes de ir a la cama, nos dijo mamá: “Hagan sus tareas de la escuela, recuerden no dejen para mañana lo que pueden hacer hoy”.

A las siete de la mañana la mesa estaba tendida, que a mamá le gusta desayunar temprano, servilletas y mantel blanco, tazas de loza china, paneras con rosquitas, bizcochuelo, pan de yema y por último una panera vacía que recibiría las empanadas.

Ceremoniosa, abrió la alacena y para su sorpresa sólo encontró tres empanadas. 

“¡Virgencita del Arco!  –que así claman las sanmiguelinas cuando se ven en

miércoles, 7 de mayo de 2014

El café pendiente

Por Ruth Vásquez

"Sufrimos demasiado por lo poco que nos falta y
gozamos poco por lo mucho que tenemos."
Shakespeare

"Entramos en un pequeño café, pedimos y nos sentamos en una mesa.

Luego entran dos personas:
- Cinco cafés. Dos son para nosotros y tres "pendientes".
Pagan los cinco cafés, beben sus dos cafés y se van. 

Pregunto?: 

sábado, 3 de mayo de 2014

Los ovillos de colores

Dos historias de Antonio Goicochea
Imagen. Educarte

En el pueblo de San Miguel, de acendrada tradición textil, se cuentan muchas historias sobre ovillos de colores. Les traigo dos de ellas:

La primera.....
Don Darío Lingán, a media noche, volvía a su casa ubicada al final de la calle Miguel Grau, luego de una reunión alegre de amigos. En la esquina que ahora forma la intersección de las calles Miguel Grau y José Gálvez, había un puquio. De pronto, de entre las aguas surgió un costalillo lleno de ovillos que se le interpuso en su camino. Si don Darío tomaba el lado derecho de la calle, el costal iba en ese sentido; si quería esquivarlo por la izquierda, a la izquierda iba el costalillo. A la altura de la casa de don Arsenio y de una planta de lúcumo, trató de salvarlo con un ágil salto. En eso los ovillos de colores se desparramaron por el suelo y trope en ellos. El corazón parecía explotarle en el pecho por el pánico del que era presa. A duras penas llegó a su casa. Quiso comunicar lo sucedido a sus familiares pero había enmudecido. Cayó desmayado.
 
¿Qué haría don Darío
con patas y en vocerío
en altas horas de la noche
con traguitos y con ponche?

mientras que de ello gozaba
don Darío no esperaba
de ovillos de colores
tales males y dolores.



La segunda....
En la Cantora, del barrio Zaña, a media noche, a la hora de la