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miércoles, 11 de septiembre de 2013

Bachué, Leyenda muisca o chibcha. Colombia.

Transcrita por Ruth Vásquez

                Una mañana tibia y primaveral la luz del sol se reflejaba en la laguna de Iguaqué...de pronto su superficie se estremece y de entre las suaves ondas del brumoso ojo de agua emerge una hermosa mujer coronada de guirnaldas que de la mano trae a un niño de tres años. Tranquilamente se deslizan sobre las aguas; por primera vez unos pies humanos tocaban la tierra firme.

Transcurrió el tiempo y bajo el cuidado de Bachué el niño creció y se convirtió en hombre. Fue entonces cuando se desposaron.

                   La fecunda Bachué tuvo cuatro hijos y así, cada vez, traía al mundo cuatro, cinco, seis vástagos más. A lo largo de muchos años Bachué y su consorte recorrieron montañas y praderas, poblándolas abundantemente hasta que sintieron el peso de la edad y decidieron regresar a su origen, pues su misión en la tierra había sido cumplida.
Ante los ojos de sus hijos y de los hijos de sus hijos, Bachué y su esposo se convirtieron en serpientes y se hundieron en el seno materno de la hoy desaparecida laguna de Iguaqué.


                  De vez en vez la progenitora de la humanidad se dejaba ver en su forma de serpiente para recordar a sus hijos que debían respetar los preceptos que ella les inculcó.  

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