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lunes, 9 de diciembre de 2013

Cuento para pensar...

Cuento corto de García Márquez
Imagen de Educarte
Transcrito por Ruth Vásquez

Un científico, que vivía preocupado con los problemas del mundo, estaba resuelto a encontrar los medios para aminorarlos.
Pasaba días en su laboratorio en busca de respuestas para sus dudas.

Cierto día, su hijo de 7 años invadió su santuario decidido a ayudarlo a trabajar.

El científico, nervioso por la interrupción, le pidió al niño que fuese a jugar a otro lado.
Viendo que era imposible sacarlo, el padre pensó en algo que pudiese darle con el objetivo de distraer su atención.

De repente se encontró con una revista, en donde había un mapa con el mundo, justo lo que precisaba.

lunes, 2 de diciembre de 2013

Pegue la estampilla en el ángulo superior derecho del sobre, cuento de Julio Cortázar

Del Libro: Bestiario
Cuento: Pegue la estampilla en el ángulo superior derecho del sobre
Imagen Educarte
Transcrito por Ruth Vásquez

Un fama y un cronopio son muy amigos y van juntos al correo a despachar unas cartas a sus esposas que viajan por Noruega gracias a la diligencia de Thos. Cook & Son. El fama pega sus estampillas con prolijidad, dándoles golpecitos para que se fijen bien, pero el cronopio lanza un grito terrible sobresaltando a los empleados, y con inmensa cólera declara que las imágenes de los sellos son repugnantes de mal gusto y que jamás podrán obligarlo a prostituir sus cartas de amor conyugal con semejantes tristezas. El fama se siente muy incómodo porque ya ha pegado sus estampillas, pero como

lunes, 25 de noviembre de 2013

Soñó que estaba preso, cuento de Mario Benedetti

Libro: Buzón de tiempo
Cuento: Soñó que estaba preso
Imagen Educarte
Transcrito por Ruth Vásquez


Aquel preso soñó que estaba preso. Con matices, claro, con diferencias. Por ejemplo, en la pared del sueño había un afiche de París; en la pared real sólo había una oscura mancha de humedad. En el piso del sueño corría una lagartija; desde el suelo verdadero lo miraba una rata. El preso soñó que estaba preso. Alguien le daba masajes en la espalda y él empezaba a sentirse mejor. No podía ver quién era, pero estaba seguro de que se trataba de su madre, que en eso era una experta. Por el amplio ventanal entraba el sol mañanero y él lo recibía como una señal de libertad. Cuando abrió los ojos, no había sol. El ventanuco con barrotes (tres palmos por dos) daba a un pozo de aire, a otro muro de sombra. El preso soñó que estaba preso. Que tenía sed y bebía abundante agua helada. Y el agua le

lunes, 18 de noviembre de 2013

El milagro secreto, cuento de Jorge Luis Borges

Cuento: El Milagro Secreto
Imagen Educarte
Transcrito por Ruth Vásquez

Y Dios lo hizo morir durante cien años y luego lo animó y le dijo:
—¿Cuánto tiempo has estado aqui?—Un dia
o parte de un dia— respondió. ALCORAN, II, 261.

La noche del catorce de marzo de 1939, en un departamento de la Zeltnergasse de Praga, Jaromir Hladik, autor de la inconclusa tragedia Los enemigos, de una Vindicación de la eternidad y de un exámen de las indirectas fuentes judías de Jakob Boehme, soñó con un largo ajedrez. No lo disputaban dos individuos sino dos familias ilustres; la partida había sido entablada hace muchos siglos; nadie era capaz de nombrar el olvidado premio, pero se murmuraba que era enorme y quizás infinito; las piezas y el tablero estaban en una torre secreta; Jaromir (en el sueño) era el primogénito de una de las familias hostiles; en los relojes resonaba la hora de la impostergable jugada; el soñador corría por las arena de un desierto lluvioso y no lograba recordar las figuras ni las leyes del ajedrez. En ese punto, se despertó. Cesaron los estruendos de la lluvia y de los terribles relojes. Un ruido acompasado y unánime, cortado por algunas voces de mando, subía de la Zeltnergasse. Era el amanecer; las blindadas vanguardias del Tercer Reich entraban en Praga.

lunes, 11 de noviembre de 2013

El Carpintero, cuento de Eduardo Galeano

Cuento: El carpintero
Imagen Educarte
Transcrito por Ruth Vásquez

Orlando Goicoechea reconoce las maderas por el olor, de qué árboles vienen, qué edad tienen, y oliéndolas sabe si fueron cortadas a tiempo o a destiempo y les adivina los posibles contratiempos.

El es carpintero desde que hacía sus propios juguetes en la azotea de su casa del barrio de Cayo Hueso. Nunca tuvo máquinas ni ayudantes. A mano hace todo lo que hace, y de su mano nacen los mejores muebles de La Habana: mesas para comer celebrando, camas y sillas que te da pena levantarte, armarios donde a la ropa le gusta quedarse.

Orlando trabaja desde el amanecer. Y cuando el sol se va de la azotea, se encierra y enciende el video. Al cabo de tantos años de trabajo, Orlando se ha dado el lujo de comprarse un video, y ve una película tras otra.
No sabía que eras loco por el cine ­le dice un vecino.

Y Orlando le explica que no, que a él el cine ni le va ni le viene, pero gracias al video puede detener las películas para estudiar los muebles.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Es que somos muy pobres, cuento de Juan Rulfo

Cuento: Es que somos muy pobres
Del Libro: El llano en llamas
Imagen Educarte
Transcrito por Ruth Vásquez


Habíamos enterrado y comenzaba a bajársenos la tristeza, comenzó a llover como nunca. A mi papá eso le dio coraje, porque toda la cosecha de cebada estaba asoleándose en el solar. Y el aguacero llegó de repente, en grandes olas de agua, sin darnos tiempo ni siquiera a esconder aunque fuera un manojo; lo único que pudimos hacer, todos los de mi casa, fue estarnos arrimados debajo del tejaván, viendo cómo el agua fría que caía del cielo quemaba aquella cebada amarilla tan recién cortada.

Y apenas ayer, cuando mi hermana Tacha acababa de cumplir doce años, supimos que la vaca que mi papá le regaló para el día de su santo se la había llevado el río. El río comenzó a crecer hace tres noches, a eso de la madrugada.

Yo estaba muy dormido y, sin embargo, el estruendo que traía el río al arrastrarse me hizo despertar enseguida y pegar el brinco de la cama con mi cobija en la mano, como si hubiera creído que se estaba derrumbando el techo de mi casa. Pero después me volví a dormir, porque reconocí el sonido del río y porque ese sonido se fue haciendo igual hasta traerme otra vez el sueño.

lunes, 28 de octubre de 2013

Espantos de agosto, cuento de Gabriel García Márquez

Imagen Educarte
Transcrito por Ruth Vásquez

Llegamos a Arezzo un poco antes del medio día, y perdimos más de dos horas buscando el castillo renacentista que el escritor venezolano Miguel Otero Silva había comprado en aquel recodo idílico de la campiña toscana. Era un domingo de principios de agosto, ardiente y bullicioso, y no era fácil encontrar a alguien que supiera algo en las calles abarrotadas de turistas. Al cabo de muchas tentativas inútiles volvimos al automóvil, abandonamos la ciudad por un sendero de cipreses sin indicaciones viales, y una vieja pastora de gansos nos indicó con precisión dónde estaba el castillo. Antes de despedirse nos preguntó si pensábamos dormir allí, y le contestamos, como lo teníamos previsto, que sólo íbamos a almorzar.

– Menos mal – dijo ella – porque en esa casa espantan.

lunes, 21 de octubre de 2013

Espero curarme de ti, cuento de Jaime Sabines

Tomado de Cuentos no clasificados de la Página de Cuentos
Imagen Educarte
Transcrito por Ruth Vásquez

Espero curarme de ti en unos días. 
Debo dejar de  fumarte, de beberte, de pensarte. Es posible.
Siguiendo las prescripciones de la moral en turno. Me  receto tiempo, abstinencia, soledad.

¿Te parece bien que te quiera nada más una semana?
No es mucho, mi es poco, es bastante. En una  semana se pueden reunir todas las palabras de amor  que se han pronunciado sobre la tierra y se les  puede prender fuego. 
Te voy a calentar con esa  hoguera del amor quemado. 
Y también el silencio.

miércoles, 16 de octubre de 2013

El Hombre perfecto, cuento de Sergio Cossa

Tomado de Falsaria
Transcrito por Ruth Vásquez

Pasó su vida en busca de la perfección, desde los primeros dibujos escolares, los cuales debían armonizar entre líneas y colores.

Durante sus estudios jamás aceptó como válida una nota que no fuera excelente y, gracias a esa capacidad consumada, se convirtió en un profesional intachable.

Sus empleados padecieron su furor por la excelsitud y terminaron en la calle ante el mínimo desliz. Éxito y fama llegaron como lógico resultado, como así también la

miércoles, 9 de octubre de 2013

La foto salió movida, cuento de Julio Cortázar

Del Libro Historias de Cronopios y de Famas
Imagen Educarte
Transcrito por Ruth Vásquez

Un cronopio va a abrir la puerta de calle, y al meter la mano en el bolsillo para sacar la llave lo que saca es una caja de fósforos, entonces este cronopio se aflige mucho y empieza a pensar que si en vez de la llave encuentra los fósforos, sería horrible que el mundo se hubiera desplazado de golpe, y a lo mejor si los fósforos están donde la llave, puede suceder que encuentre la billetera llena de fósforos, y la azucarera llena de dinero, y el piano lleno de azúcar, y la guía del teléfono llena de música, y el ropero lleno de abonados, y la cama llena de trajes, y los floreros llenos de sábanas, y los tranvías llenos de rosas, y los campos llenos de tranvías.

Así es que este cronopio se aflige horriblemente y corre a mirarse al espejo, pero como el espejo esta algo ladeado lo que ve es el paraguero del zaguán, y sus presunciones se confirman y estalla en sollozos, cae de rodillas y junta sus manecitas no sabe para que.

Los famas vecinos acuden a consolarlo, y también las esperanzas, pero pasan horas antes de que el cronopio salga de su desesperación y acepte una taza de té, que mira y examina mucho antes de beber, no vaya a pasar que en vez de una taza de té sea un hormiguero o un libro de Samuel Smiles.


miércoles, 2 de octubre de 2013

Un día de éstos, cuento de Gabriel García Márquez

Del Libro Los funerales de Mamá Grande
Imagen Educarte
Transcrito por Ruth Vásquez

El lunes amaneció tibio y sin lluvia. Don Aurelio Escovar, dentista sin título y buen madrugador, abrió su gabinete a las seis. Sacó de la vidriera una dentadura postiza montada aún en el molde de yeso y puso sobre la mesa un puñado de instrumentos que ordenó de mayor a menor, como en una exposición. Llevaba una camisa a rayas, sin cuello, cerrada arriba con un botón dorado, y los pantalones sostenidos con cargadores elásticos. Era rígido, enjuto, con una mirada que raras veces correspondía a la situación, como la mirada de los sordos. 



Cuando tuvo las cosas dispuestas sobre la mesa rodó la fresa hacia el sillón de resortes y se sentó a pulir la dentadura postiza. Parecía no pensar en lo que hacía, pero trabajaba con obstinación, pedaleando en la fresa incluso cuando no se servía de ella. 



Después de la ocho hizo una pausa para mirar el cielo por la ventana y vio dos gallinazos pensativos que se secaban al sol en el caballete de la casa vecina. Siguió trabajando con la idea de que antes del

sábado, 28 de septiembre de 2013

Decálogo del Escritor, de Augusto Monterroso

Tomado de Falsaria
Transcrito por Ruth Vásquez

Algunos dicen que para ser un escritor solo hace falta eso, escribir.
       
Otros, un poco más apocados, plantean reglas, métodos, dinámicas de trabajo o, como mínimo, leer un libro (como mínimo) al mes. No cualquier libro. Como sea, escribir, o escribir bien, es, a gusto de quien teclea estas líneas, la ciencia de la paciencia. Y como toda ciencia es bueno tener algunas pautas interesantes a la hora sentarte y plasmar sobre el pape (o pantalla) tus primeras líneas.
En este sentido, Augusto Monterroso nos da diez (o doce) concejos para tener en cuenta.

Primero.
Cuando tengas algo que decir, dilo; cuando no, también. Escribe siempre.
Segundo.
No escribas nunca para tus contemporáneos, ni mucho menos, como hacen tantos, para tus antepasados. Hazlo para la posteridad, en la cual sin duda serás famoso, pues es bien sabido que la posteridad siempre hace justicia.

lunes, 23 de septiembre de 2013

Me encanta Dios, cuento de Jaime Sabines

Tomado de cuentos no clasificados de la Página de Cuentos
Imagen Educarte
Transcrito por Ruth Vásquez

Me encanta Dios. Es un viejo magnífico que no se toma en serio. A él le gusta jugar y juega, y a veces se le pasa la mano y nos rompe una pierna o nos aplasta definitivamente. Pero esto sucede porque es un poco cegatón y bastante torpe con las manos. 


Nos ha enviado a algunos tipos excepcionales como Buda, o Cristo, o Mahoma, o mi tía Chofi, para que nos digan que nos portemos bien. Pero esto a él no le preocupa mucho: nos conoce. Sabe que el pez grande se traga al chico, que la lagartija grande se traga a la pequeña, que el hombre se traga al hombre. Y por eso inventó la muerte: para que la vida - no tú ni yo - la vida, sea para siempre. 


lunes, 16 de septiembre de 2013

Fura-Tena, Leyenda muza, de Colombia.

(La Leyenda del origen de las esmeraldas)

Transcrita por Ruth Vásquez

Tras crear al mundo, Are se extasió con su creación; sin embargo percibía que no estaba del todo completa aun.

Caminando por un río vió unos juncos y tomando un par de ellos, inspirado, formó con uno una figura esbelta, graciosa y bella a la que llamó Fura, mujer; del otro junco elaboró a Tena, hombre. Con su soplo las figuras cobraron vida convirtiéndose en una bellísima pareja. Are les animó a reproducirse por tiempos sin fin, manifestándoles que serían siempre felices, sin conocer el dolor, las enfermedades, las desdichas o la muerte siempre y cuando respetaran su mandato de ser fieles.

 Fura y Tena vivían felices en el precioso valle, poblando la tierra....

viernes, 13 de septiembre de 2013

Ramiquirí e Iraca, Leyenda muisca o chibcha, de Colombia.

Transcrita por Ruth Vásquez

El cacique de Iraca y su sobrino Ramiquirí gobernaban sobre la tierra en una noche absoluta.
Para resolver la situación, el cacique de Iraca decidió que su sobrino ascendiera sobre los cielos y trajera la luz. Este se dirigió vertiginosamente hacia las alturas y de pronto se transformó en un astro incandescente y luminoso: Ramiquirí se había convertido en el sol.

Pero su tío no estaba satisfecho del todo pues una parte del día se hallaba aun en tinieblas y esto le recordaba a la humanidad, con miedo y tristeza, la época en que todo era tinieblas.

jueves, 12 de septiembre de 2013

El árbol de la vida o el árbol de todos los frutos

¿Donde queda el Cerro Autana?
Leyenda Jivi ( Guajiva ), Relatada por Luis Blanco, Resumen: América Millán 

Por Ruth Vásquez

                 En el Amazonas viven, entre otros unos indígenas llamados Jivi o Guajibos que tienen una forma poética de explicar el mundo que los rodea, poseen una gran riqueza musical con variados cantos y bailes. Tienen los Jivi además un tesoro en literatura oral, es decir mitos, cuentos y leyendas que los mayores cuentan a los más pequeños para que nunca se olvide.

Y así, de abuelo a nieto, mantener la tradición... Caliebirri-Nae Cudeido es la leyenda de cómo el árbol de todas las frutas se convirtió en el Cerro Autana, y de cómo los animales, que habitaban el pueblo llamado Cudeido, lograron tumbarlo y que las semillas de todos los frutos se regaran sobre la tierra.

miércoles, 11 de septiembre de 2013

Bachué, Leyenda muisca o chibcha. Colombia.

Transcrita por Ruth Vásquez

                Una mañana tibia y primaveral la luz del sol se reflejaba en la laguna de Iguaqué...de pronto su superficie se estremece y de entre las suaves ondas del brumoso ojo de agua emerge una hermosa mujer coronada de guirnaldas que de la mano trae a un niño de tres años. Tranquilamente se deslizan sobre las aguas; por primera vez unos pies humanos tocaban la tierra firme.

Transcurrió el tiempo y bajo el cuidado de Bachué el niño creció y se convirtió en hombre. Fue entonces cuando se desposaron.

martes, 10 de septiembre de 2013

El Cuento de las “Buenas Noches”

Andrés Díaz Marrero
(Dedicado a la escritora portorriqueña, Isabelita Freire Vda. de Matos Paoli)

Por Ruth Vásquez

Hace mucho tiempo existía un lejano lugar en donde nadie dormía. Ni grandes ni chicos, ni varones ni hembras dormían. En fin, lo que se dice nadie. ¡Nadie dormía! Durante el día los mayores trabajaban y los más chicos estudiaban y jugaban como es costumbre. Al anochecer se sentaban o se acostaban a descansar, pero, eso sí, sin dormir un sólo instante, porque a pesar del cansancio no lograban hacerlo. El tiempo de la noche lo pasaban conversando. Los adultos eran más conversadores que los niños, que por haber jugado mucho durante las horas del día sólo sentían deseos de tararear alguna que otra canción. Así que, tanto los mayores como los chicos, terminaban con un enorme aburrimiento; bien sea mirando al techo o contemplando fijamente la triste superficie de las paredes. Los adultos terminaban hinchados de silencio; porque después de hablar, hablar y hablar se les cansaba la lengua y las palabras se negaban a salir de sus bocas. Todo esto ocurría en el transcurso de la noche. Y como sabemos que detrás de cada día llega la noche, bien podemos imaginar como se sentían.

lunes, 9 de septiembre de 2013

El Ñandú, Leyenda mocoví

Graciela Repún (recopiladora), Ilustrado por Rodrigo Folgueira [1]

Por Ruth Vásquez

¡Ahí va el joven indio Nemec! ¡Ahí va el ñandú!

Nemec va escondido, el ñandú va a carrera abierta.
Nemec lo persigue, siempre a distancia, una distancia que no puede acortar.
Hace tanto que Nemec persigue al ñandú que ya no desea alcanzarlo.

El cazador admira a su presa.
Admira su rapidez, la gracia para correr, sus fabulosas plumas.
Sus lamentablemente fabulosas plumas... Porque por ellas lo persigue Nemec.

El jefe de la tribu las necesita para renovar su tocado.
Cuanto más bellas plumas de ñandú tenga en el tocado, más demostrará el jefe su poder.
Y con esa misión ha enviado el jefe a Nemec. Conseguir plumas de ñandú para un tocado nuevo

sábado, 7 de septiembre de 2013

La ley del carro de la basura

Por Ruth Vásquez
Un día me subí a un taxi, me iba para el aeropuerto.

El chofer que me llevaba guiaba el carro por el carril derecho de la pista, cuando de repente un coche negro apareció de improviso desde su parqueo delante de nosotros.

Mi taxista pisó los frenos, y las llantas derraparon en la pista. Se podía oler el olor a quemado de las llantas, pero con la frenada evitó que chocáramos con el otro auto por centímetros!

El conductor del otro coche, giró su cabeza y empezó a gritarnos.

miércoles, 28 de agosto de 2013

El viejo Pescador

Historia tomada de Motivational Radings
Traducida y adaptada por Jorge Contreras

Nuestra casa estaba justo al cruzar la calle de la entrada de la clínica del Hospital Johns Hopkins en Baltimore. Vivíamos en la parte de abajo y alquilábamos las habitaciones de arriba a los pacientes que venían a la clínica. 

Una tarde de verano mientras preparaba la cena, alguien tocó a la puerta. 
Al abrirla, vi a un hombre de aspecto verdaderamente horrible. "era apenas más alto que mi hijo de ocho años de edad," pensé mientras lo miraba como encorvado y con el cuerpo encogido. Y lo más terrible era su cara torcida con una hinchazón, roja y cruda. 

Sin embargo, su voz sonó  agradable cuando dijo: "Buenas noches. Siguió diciendo: He 

miércoles, 21 de agosto de 2013

Dos Cuentos de Briscila Degregori: El León y el espadachin. Los invitamos a verlos

En este artículo les presentamos estos dos bonitos cuentos ilustrados por la narradora peruana  Briscila
Degregori, presentados en el Festival de narración oral "Déjame que te cuente" de la ciudad de Huamanga, departamento de Ayacucho, que nos dejan enseñanzas dignas de seguir.

jueves, 15 de agosto de 2013

La Leyenda de Tampu Lerocc

Por los años de 1360 después del diluvio y del tremendo maremoto que azoto las costas tallanas hasta Ferreñafe, llegó al valle con tremendo séquito de "gentiles" (ejército real) luego de haber sometido tras cuenta y larga guerra a los Chimú, el Inca Pachacutec, con tanto estrepito que hubo temor ante el retumbar del Pututo y de los tambores multitudinarios.

Se dice que los Curacas étnicos Mec-Non, Melén, Ñapicca, Colpawal, Ñari-wallac, Mecca Amo y otros concentraron a sus súbditos en este antiquísimo pueblo para tomar medidas urgentes en la creencia de que el Inca venía en pos de guerra, pero luego se enteraron que era un Rey del Cuzco, poderoso e invencible que lejos de buscar la destrucción, traía un mensaje paternal de ayuda, de enseñanza y de transformación social.

Es entonces que los curacas avisaron a los "gentiles visitantes" con sus chasquis, que el pueblo rogaba al monarca acercarse sin tregua para rendirle homenaje de sometimiento y obediencia. De este modo, estando el Inca entre ellos, fueron celebradas fiestas con ritos étnicos que duraron hasta días después que el Inca abandonó la comarca prosiguiendo su marcha al norte.

viernes, 26 de julio de 2013

El mito del Cóndor, Cusco, Perú

Se dice que en una comunidad, un hombre vivía con su hija. La hija pastaba las ovejas, llamas y otros animales.

Cada día un joven vestido con elegancia iba a visitarla. Tenía un traje negro hermoso, chalina blanca, sombrero y todo. Cada día iba a visitar a la mujercita, y se hicieron buenos amigos.
 Jugaban a todo. Un día comenzaron a jugar de esta manera: “Alzame tu y yo te alzaré”.

Bueno, comenzaron el juego, y el joven alzo a la mujercita. Recién cuando la había alzado en alto, la mujercita se dio cuenta de que estaba volando.

lunes, 22 de julio de 2013

TRADICIÓN PERUANA: LA ACHIRANA DEL INCA

Tomado de Tradiciones Peruanas de Ricardo Palma

El año 1412, el Inca Pachacútec en compañía de su hijo el príncipe Yupanqui y de su hermano Cápac Yupanqui, emprendió la conquista del valle de Ica, cuyos pacífi cos habitantes, no carecían de esfuerzo y elementos para la guerra. 

Por lo que el Inca propuso a los iqueños que se sometiesen a su paternal gobierno. 

Visitando el feraz territorio que acababa de someter, se detuvo en el Pago llamado Tate, cuya propietaria era una anciana a la que acompañaba su bellísima hija. 

jueves, 18 de julio de 2013

Perú: La Leyenda de los Hermanos Ayar

Historias Latinoamericanas
Esta leyenda sobre el origen del linaje Inca, es más antigua que la de Manco Cpac y Mama Ocllo y es además más cercana al pensamiento andino.

Fue recogida entre otros, por el cronista Juan de Betanzos en el año de 1550 aproximadamente y redactada en lenguaje moderno por el historiador Luis E. Valcercel y publicada en 1984 en Historia del Perú antiguo.

Antes de los Incas el Cuzco era un pueblo conformado por 30 moradas habitadas por 30 ayllus cuyo señor de este pueblo se dice Alcaviza; los demás terrenos aledaños eran solo ciénagas y a siete leguas de este se encuentra el cerro Tamputocco o Tambotoco que tiene tres cuevas

miércoles, 17 de julio de 2013

El mito de Inkari

Por Mario Miguel Vallejo B.

Esta es una leyenda que fue recogida en el año de 1955 por Oscar Núñez del Prado, padre de Juan Núñez del Prado que relata el inicio del imperio Inca y de la expectación del regreso del Inca ; leyenda de la creación del pueblo Quero que dice:

En aquellos días , cuando aún no existía el sol, vivía en la tierra un pueblo que tenía gran poder sobre las cosas de la tierra , tanto así que podía hacer caminar a las piedras o convertir una montaña en llanura con un simple disparo de su honda .

La Luna o Mama Quilla brillaba tenuemente sobre su mundo de sombras, dando poca luz para las actividades de esas gentes llamadas: Niaupa machus, los antiguos.

viernes, 12 de julio de 2013

Leyenda: María Lionza, Venezuela

Maria Lionza (Yara) fue una doncella Nívar, hija encantada de un poderoso cacique de Nirgua. 

El Chamán de la aldea había predicho que cuando naciera una niña de ojos extraños, ojos color verde agua, había que sacrificarla y ofrendarla al Dueño de Agua, al Gran Anaconda por que si no vendría la ruina perpetúa y la extinción de los Nívar. 

Pero su padre fue incapaz de hacerlo. Y escondió a la niña en una cueva de la montaña, con 22 guerreros que la vigilaban e impedían su salida. Ella tenía prohibido verse en los espejos de agua. 

jueves, 11 de julio de 2013

Leyenda: Los atoleros de la parroquia, Guatemala

Esta historia sucedió allá por el año de 1,915, antes de los terremotos del 17. Casi principiaba el siglo y la vida cotidiana se desarrollaba corrientemente en la ciudad de Guatemala. Muy cerca de la iglesia de la Parroquia se improvisaba un pequeño mercado donde la atracción lo constituían las ventas de atol en sus diferentes sabores. Don Herculiano y doña Mina, eran los propietarios de uno de estos negocios que, a base de calidad, luchaban diariamente por vender su producto.

— ¡Pasen… pasen, que tenemos atolillo, atol de tres cocimientos, arroz en leche y, para los que empinaron el codo anoche más de la cuenta, hay atol blanco con su respectivo chile, frijolitos y pepitoria molida! Doña Mina, que con un blanco limpiador le sacaba brillo a los vasos y secaba las escudillas de barro, frenó en sus gritos a don Herculano. — ¡Callate vos Herculano, ya la gente sabe y sin necesidad de estarte desgalillando nos compran! —a lo que airoso respondió don Herculano: —Vos siempre metiéndote de shute en lo que uno hace, no ves que la competencia está juerte y si nos descuidamos la nía Vicenta nos quita la clientela, mejor atendé a la gente y dejá de estar regañando.

miércoles, 10 de julio de 2013

Leyenda: El Guaraná, Brasil

Tomado de la Colección Orellana N° 22, Leyendas de la Amazonía brasileña

Guaraná significa “parecido a la gente viva”. Es un fruto de la Amazonia usado  para hacer un refresco de sabor dulce y agradable. Es una bebida bastante popular en la región amazónica. 

El origen de este fruto está explicado en la siguiente leyenda.

Una pareja de indios perteneciente a la tribu Maués, vivían juntos durante muchos años sin tener hijos, pero deseaban ser padres. Un día le pidieron a Tupá que les diera un hijo para completar su felicidad. Tupá, el rey de los dioses, que sabía que la pareja era muy bondadosa, les concedió el deseo y les dio un niño muy lindo.

martes, 9 de julio de 2013

Leyenda: A veces la Luna se llama Guidaí, Charrúa, Uruguay

Extraído del libro "Leyendas, mitos y tradiciones de la Banda Oriental" del historiador Gonzalo Abella

Los charrúas conocían las fases de la Luna y su regularidad como las conocen todos los pueblos que observan el cielo. Las Lunas llenas sucesivas marcaban el año lunar, a razón de tres Lunas llenas por estación, pero al llegar a cada solsticio de invierno se aumentaba una Luna para la estación siguiente. Las cuatros estaciones, claro, no se designaban como primavera, verano, otoño e invierno sino por las actividades propias de cada temporada. Cada cierto período de años los ancianos advertían que los ciclos lunares se habían desfasado con relación al solsticio de invierno, y entonces se agregaba otra Luna más a la estación primaveral.

Claro que a nadie se le ocurría que aquel cuerpo esférico fuera una diosa; eso sólo puede ser una invención de los imperios, no de los pueblos sabios.

viernes, 5 de julio de 2013

Leyenda: La Virgen de KA'AKUPE, Paraguay

Es el bosque sembrado de luces, de sombras, de chillidos y cantos. Es la tarde brillante de oros y verdes azulados. Es el paraíso para el muchacho indio que se ha internado en el monte en busca de maderas apropiadas para el trabajo. El indio ha salido de las Misiones con ese objetivo y recorre el monte observando los árboles, la magnificencia del paisaje, las luces, las sombras, los chillidos, los cantos. Los pájaros y los animales han llamado su atención y se ha alejado de las Misiones tal vez demasiado. El indio ha recogido algunas maderas que lleva consigo pero, extasiado ha ido de aquí para allá extraviando el camino. Esconde la madera que ha juntado en un sitio que le parece seguro y comienza a buscar el camino de regreso.
José es el nombre cristiano del indio. Se lo han puesto los misioneros al bautizarlo. José es joven y fuerte. Avanza seguro de sí mismo. Seguro de encontrar el camino de regreso. Pasan las horas y José no puede hallar el camino, tan denso es el bosque que se ha perdido. Ya no podría decir con exactitud ni tan siquiera dónde dejó las maderas que ha recogido para las tallas que se proponía encarar.

Ha aprendido el oficio de tallar la madera y todos en las misiones lo consideran un artista. José es feliz allí. Trabaja para sí inismo y para los demás. Aprende cosas nuevas. Honra a Dios y no le falta nada. ¿Qué más podría pedir?

jueves, 4 de julio de 2013

Leyenda : La Khantuta, Bolivia

Tomado del libro Brujerías, tradiciones y leyendas, de Antonio Paredes Candia

Sentado en una oquedad andina, el dios menor Cuurmi, Arco Iris, lamentábase de su suerte. Soslayando su pena, lanzaba a los vientos, rato a rato, su liwiña tricolor, [la] que formando una gigantesca parábola iba a tocar la cúspide opuesta. Así mataba su tiempo; luego, cansado de su juego y de espectar la belleza que él mismo irradiaba, nuevamente recogía su liwiña para seguir rumiando su tristeza.

Es sin objeto la belleza que dura sólo instantes. ¿De qué sirve que yo sea el poseedor de todos los colores? ¿Por qué debo retenerlos en mí? ¡Oh! triste suerte del Dios
joven, cuya belleza es como un fuego fatuo. ¡Oh, padre Wiracocha, permite que este manantial guardado en mí, aquiete los afanes de belleza, que son sed de amor en esos pobres seres, tus mortales criaturas!

miércoles, 3 de julio de 2013

Leyenda: El Walichú, Argentina

Decían los viejos tehuelches septentrionales que Walichú ó Háleksem había nacido en las tierras de Tandil, donde el accidentado terreno le servía de morada. Desde allí este espíritu maligno extendió su dominio por la Patagonia legendaria...

Es fuerte. Nada escapa a su aguda vigilancia ni a su poder: -¡Roba niños!- y la angustia paraliza a las indias madres. -¡Asusta y petrifica a las mujeres!- y los guerreros saben que sus flechas son inútiles contra él...

Aborígenes de distintas procedencias le han dado nombres diferentes: es gualichú para los quechuas, huecué para los mapuches, halpén para los onas, ieblon para los indios del sur, o hálekasem para los tehuelches. Pero siempre esa palabra se dice con miedos ancestrales.

martes, 2 de julio de 2013

Leyenda: El Rio Hablador, Lima, Perú

Hace mucho, pero mucho tiempo, vivía en la cima celestial el dios sol, conocido también como Inti. Un joven de gran postura y sumamente bondadoso llamado Rimac, quien de cuando en cuando bajaba al mundo de los humanos a contarles bellas historias, por lo que era muy querido y reverenciado.

Un día que acompañado de los demás dioses miraba hacia la tierra por las ventanas del palacio dorado, vio que los llanos junto al mar eran azotados por una grave sequía; las hierbas, las flores y los árboles se marchitaban y los hombres y animales morían de sed.

Los dioses se alarmaron y acudieron al dios Inti, su padre, a pedirle que librase a los hombres de la costa, de aquella horrenda sequía. Pero el Inti les dijo que era imposible, pues según las leyes celestiales solo sacrificando a uno de ellos en el altar de fuego podrían conseguir agua.

lunes, 1 de julio de 2013

Leyenda: El Quinto Sol, Nahua. México.

Fue durante el quinto sol o la quinta era, bajo la adoración de Quetzalcóatl, que los dioses nuevamente se reunieron para establecer una nueva especie humana que poblara la tierra.

Fue cuando Quetzalcóatl se dirigió al Mictlán y habló con Mictlantecuhtli, señor de la región de los muertos. Le manifestó que venía en busca de los huesos preciosos que estaban bajo su custodia.

Mictlantecuhtli no deseaba entregar los huesos así que le pidió que hiciera sonar el caracol que le ofrecía y que efectuara cuatro vueltas alrededor del círculo interior. Pero el caracol no tenía agujero alguno por donde Quetzalcóatl pudiera entrar a darle vueltas. Entonces llamó a los gusanos para que practicaran huecos de los lados rotos y solicitó a las abejas que entraran e hicieran sonar el caracol. Al oírlo, a Mictlantecuhtli no le quedó más remedio que entregar los huesos.

            Inmediatamente se arrepintió por que los huesos pertenecían a las generaciones pasadas y su lugar estaba allí. Ordenó a los dioses del Mictlan que los recuperaran; pero Quetzalcóatl no cedió y al encaminarse hacia donde estaban aquellos huesos envió a su Nahual (su doble) y les hizo creer que volvía para regresarlos.

Estaban por separado los huesos de mujer y los huesos de hombre, sólo era cuestión de amarrarlos y se los llevó.
           
            El señor de los muertos estaba inquieto preguntándose donde estarían los huesos. Quetzalcóatl descendía ya del Mictlan. Mictlantecuhtli pensó que aun era tiempo de recuperar los objetos preciosos y ordenó a sus servidores cavar un hoyo.

Presurosos se adelantaron a Quetzalcóatl, quien cayó muerto en sus profundidades. Había soltado los huesos, que se esparcieron por la superficie. Las codornices que por ahí pasaron los royeron todos y no dejaron uno con forma. Al rato resucitó Quetzalcóatl; angustiado hablaba con su Nahual. Decidieron que la cosa resultara como fuera.


                          En Tomoanchan le esperaba la doncella Quilaztli. Ella molió los raídos huesos y los colocó en una bella vasija mientras Quetzalcóatl descansaba de su misión. Entonces se reunieron los dioses y Quetzalcóatl vertió su sangre sobre el polvillo. Todos hicieron penitencia y al fin decretaron el nacimiento de los macehuales...

sábado, 29 de junio de 2013

Leyenda: Así nació el Orinoco, Etnia Yekwana, en Colombia y Venezuela



                Al principio del mundo y de los hombres, sólo había un río de agua dulce en la Tierra: Kashishiwari. Wanadi, el Creador, lo quiso así.

                 Las fuentes de Kashishiwari estaban en la montaña divina del Marawaca. Allí fue donde nació todo: el agua, las plantas y los animales. Wanadi creó a los hombres, los creó Yekwana en el Alto Padamo. No había otros hombres en la Tierra...

                 Pero los Yekwana recién creados se morían de sed. No existía agua, el Orinoco no existía todavía. No había más que el Kashishiwari.

                 Los Yekwanas enviaron a Kashishi, la Hormiga Divina del Cielo, a buscar agua en la tierra seca. En el cielo, Kashishi tenía mucha agua.

                 Kashishi dijo que había traído agua a la Tierra; pero estaba muy lejos. Kashishi viajó una luna, dos lunas... Los Yekwana, esperando, morían. A la tercera luna Kashishi llegó a su agua. Era un río grande como el mar, sonaba como el mar, había olas como en el mar. Kashishi indicó a los Yekwana el camino de Kashishiwari. Los Yekwana dejaron de morir de sed. Pero el agua de la vida estaba lejos.

                  Mahamona, el gran brujo, oró a Wanadi. Wanadi, compasivo, trazó con dos dedos de su mano derecha, un gran surco de este a oeste. Cortando en su cabecera al Kashishiwari que bajaba de arriba (norte) abajo (sur), formó al hijo Orinoco y sus afluentes. El agua única del único Kashishiwari comenzó a correr en ese surco divino:

                  Así nacieron el Orinoco y los demas ríos.

                  Todo nació del Kashishiwari. Desde entonces, los Yekwana no tuvieron sed.

                  El Orinoco es un surco del dedo de Wanadi.

lunes, 24 de junio de 2013

Leyenda: El Dueño de la Luz, Etnia Warao, Venezuela

..."el pueblo de las aguas". Por Edo Monagas.     

                          En un principio, la gente vivía en la obscuridad y sólo se alumbraba con la candela de los maderos. No existía el día ni la noche.

                          Había un hombre warao con sus dos hijas que se enteró de la existencia de un joven dueño de la luz. Así, llamó a su hija mayor y le ordenó ir hasta donde estaba el dueño de la luz para que se la trajera. Ella tomó su; mapire y partió. Pero eran muchos los caminos y el que eligió la llevó a la casa del venado. Lo conoció y se entretuvo jugando con él. Cuando regresó a casa de su padre, no traía la luz; entonces el padre resolvió enviar a la hija menor.

                          La muchacha tomó el buen camino y tras mucho caminar llegó a la casa del dueño de la luz. Le dijo al joven que ella venía a conocerlo, a estar con él y a obtener la luz para su padre. El dueño de la luz le contestó que la esperaba y ahora que había llegado, vivirían juntos. Con mucho cuidado abrió su torotoro y la luz iluminó sus brazos y sus dientes blancos y el pelo y los ojos negros de la muchacha. Así, ella descubrió la luz y su dueño, después de mostrársela, la guardó.

                          Todos los días el dueño de la luz la sacaba de su caja para jugar con la muchacha. Pero ella recordó que debía llevarle la luz a su padre y entonces su amigo se la regaló. Le llevó el torotoro al padre, quien lo guindó en uno de los troncos del palafito. Los brillantes rayos iluminaron las aguas, las plantas y el paisaje.

                          Cuando se supo entre los pueblos del delta del Orinoco que una familia tenía la luz, los warao comenzaron a venir en sus curiaras a conocerla. Tantas y tantas curiaras con más y más gente llegaron, que el palafito ya no podía soportar el peso de tanta gente maravillada con la luz; nadie se marchaba porque la vida era más agradable en la claridad. 

 Y fue que el padre no pudo soportar tanta gente dentro y fuera de su casa que de un fuerte manotazo rompió la caja y la lanzó al cielo. El cuerpo de la luz voló hacia el Este y el torotoro hacia el Oeste. De la luz se hizo el sol y de la caja que la guardaba surgió la luna. De un lado quedó el sol y del otro la luna, pero marchaban muy rápido porque todavía llevaban el impulso que los había lanzado al cielo, los días y las noches eran cortísimos. 

Entonces el padre le pidió a su hija menor un morroco pequeño y cuando el sol estuvo sobre su cabeza se lo lanzó diciéndole que era un regalo y que lo esperara. Desde ese momento, el sol se puso a esperar al morroco. Así, al amanecer, el sol iba poco a poco, al mismo paso del morroco.

viernes, 21 de junio de 2013

Leyenda Los Cuatro Soles, Náhuatl. México.


Cuando los dioses ya habían creado la tierra, el agua y el fuego, los dioses de la región de los muertos, Mictlán, se pusieron muy contentos por todo lo creado. Sin embargo se dieron cuenta de que el sol no les había quedado bien pues alumbraba muy poquito y no calentaba. Fue entonces cuando se reunieron en consejo para crear de nuevo al sol.

Tezcatlipoca Negro se ofreció para ser el sol y empezó a alumbrar la tierra. Este fue el primer sol o la primera era.

Pero Quetzalcóatl al verlo sintió deseos de ser él quien alumbrara al mundo; corrió hasta donde estaba Tezcatlipoca Negro y lo derribó del cielo con un fuerte golpe. Al caer éste al agua Quetzalcóatl se hizo sol. Este fue el segundo sol.

Tezcatlipoca Negro, que tenía la habilidad de convertirse en tigre, lo derribó de un zarpazo y seguidamente se comió a unos gigantes que vivían en la tierra. Furioso, Quetzalcóatl soltó los vientos y ciclones.

La gente corría asustada, gritaban que si fueran animales tendrían la facilidad de huir a los montes. Y los dioses los convirtieron en monos.

Como ya habían inventado dos veces al hombre, estaban muy desanimados. De repente Tláloc les manifestó que él sería el sol. Y en seguida alumbró la tierra.
Este fue el tercer sol.

Todo parecía marchar bien; más ocurrió que siendo el dios de la lluvia, Tláloc hizo que cayera fuego del cielo convirtiendo a los ríos en llamas que brotaban de los volcanes. La gente corría muerta del susto y gritaba por todas partes que ojalá fueran pájaros para alejarse de ese calor.

Confundidos por el desorden, los dioses transformaron a las personas en gaviotas, golondrinas, tzinzontles y muchas otras aves de diversos colores y tamaños para que se salvaran.

Los dioses se preguntaban que hacer y fue cuando Quetzalcóatl propuso a Chalchiutlicue, diosa del agua, para fungir como astro solar. Este fue el cuarto sol.

Tampoco dio resultado pues sólo hubo inundaciones y lluvias y los hombres pedían ser peces para salvarse. Así los dioses los convirtieron en peces y en todos los animales que existen en el agua de los mares, lagunas y ríos. Como llovió por días y días, el cielo cayó sobre la tierra. Quetzalcóatl y Tezcatlipoca Negro se convirtieron en árboles para levantarlo.

Los dioses quedaron muy tristes porque habían fallado en su intento de crear al sol y por añadidura, habían acabado con la raza humana.